Después de realizar el sábado la Quebranta, esta semana tocaba rodar tranquilo e intentar recuperar la dolida musculación y por supuesto el cansancio que se acumula al realizar una marcha con tanto desnivel acumulado. El lunes pasado salí a soltar piernas en solitario, pero afortunadamente a la salida de Badalona me encontré con mi amigo Pere Farigola, y nos hicimos esa salida que tanto nos gusta a los dos (salida de 70 kms a canyamars). El martes descanse para recuperar mejor. Y hoy la idea era volver a salir pero por el interior para desconectar de tanta costa y hacerlo en solitario y hacer kilómetros según fuera yendo las sensaciones. Pero las sensaciones llegando a la ascensión de Sant Feliu era malas, no iban la piernas y en seguida me faltaba el aire. Así que en estos casos hay que seguir los consejos de los viejos sabios (Ramón Verdaguer) y darse la vuelta y dejarlo para otro día, y así lo he hecho he subido hasta el alto de Sant Feliu y he bajado de nuevo hasta el pueblo en donde he parado ha tomar un café y coincidido dentro del Bar con otros ciclistas y lo típico nos hemos puesto hablar de lo nuestro.
De regreso a casa me lo he tomado con muchisima calma esperando días mejores, pero como iba con tiempo mi idea era subir de regreso la Vallessana en plan "chino chano", al llegar a la collada en las primeras rampas he visto que iba mejor de pulso y de piernas y he decidido sudar e ir a un ritmo bastante alegre para culminar la collada haciendo una serie para eliminar la carbonilla y sentirme mejor conmigo mismo. En esta collada he recobrado un poco de nuevo la confianza , y espero estar recuperado del todo para el próximo fin de semana en donde correré la 2º y 3º etapa de la Changelle de Tarragona, en donde el objetivo sera acabarlas lo más dignamente.
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